lunes, 28 de junio de 2010

El crimen difícil de aceptar

La novela “Crimen y Castigo” de Fedor Dostoyevsky, tiene como protagonista a Raskolnikov, un joven estudiante de derecho que pretende situarse más allá del bien y del mal, cometiendo el homicidio de una vieja usurera. Mediante este acto, él trata de probarse que es un hombre superior, al que se le está permitido transgredir la ley, sin importarle lo moral.

Como él mismo lo expresa, “Sus crímenes, (de los hombres extraordinarios) como es natural, son relativos, y presentan muchas variedades, recaban la destrucción del presente en nombre de algo mejor”. Sin embargo, Raskolnikov arrastra su crimen y no se puede sobreponer a la voz de su conciencia que lo hostiga y no lo absuelve de su pecado. Para él, matar a una persona mayor es solamente acelerar el proceso de eliminación natural.

Crimen y Castigo refleja esa antinomia constante entre el bien y el mal, lo consciente y lo subconsciente, el relativismo de la moral y la objetividad de la ley. Toda la novela descansa sobre una paradoja, que se convierte en el eje central de la conducta del protagonista: la de si su crimen es una acción meritoria y lo que lo hace parecer un delito es sólo un fracaso.

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