lunes, 7 de junio de 2010

La locura del General Pinochet

Cuando el general Pinochet entró a la Clínica de Londres, el memorable día de 1998 en que la justicia española lo reclamó a juicio, no sabía él que se trataba de un hospital de lunáticos. En el jardín interior vio a unos señores ingleses que paseaban en silencio. Se acercó a uno de ellos, y le dijo:

-Buenos días -y le tendió la mano-. Soy el general Pinochet.
El otro se la estrechó, lo miró a los ojos, y respondió:
-Yo también soy el general Pinochet.

Pinochet, desconcertado, lo miró a los ojos y se dio cuenta que aquel sujeto estaba completamente loco. Soltó su mano y fue a buscar a cualquier doctor para que le dé una explicación al respecto, a la vez que repetía: ¡Yo soy el presidente!.

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